Ámate a ti misma y podrás tener una buena relación con la comida y con todo lo demás.

Amor. Esa fuerza tan fuerte, presente en universo, que todavía es una incógnita para su lenguaje. Las Matemáticas.
Amarse. Amarse a una misma es imprescindible para poder tener una relación sana y satisfactoria, con la comida, con los amigos, con la familia o con la pareja. Con el mundo en general.
No, esto no está demostrado matemáticamente. Todavía. Quizás algún día. O quizás nunca. No te pido que me creas, yo soy la primera que no se cree nada. Pero puedes hacer un experimento de caso único. El tuyo.
Te invito a romper los esquemas de tu mente. Te dejo una reflexión. Que sirva como aliciente para la tuya propia. Reflexión sobre el amor que te procesas y el amor que procesas a los demás. Sin olvidar, que estas relaciones sanas o no, también pueden ser un reflejo de la relación que tienes con la comida.
Aquí te la dejo, en algo parecido a un poema.
Todo empieza llenando tus bolsillos de flores…
Sólo puedes regalarme flores cuando tengas llenos de ellas los bolsillos. Cuando no tengas flores sólo puedes pedirme flores, querer mis flores. Si yo tampoco tengo flores nos perderemos pidiéndonos flores, y si yo tengo flores y acepto regalártelas, me quedaré sin flores. Vacía. Y tú, hipotecado. No soportaré ese vacío. No soportarás esa hipoteca.
Sólo puedo regalarte flores cuando tenga llenos de ellas los bolsillos. Cuando no tenga flores sólo puedo pedirte flores, querer tus flores. Si tú tampoco tienes flores nos perderemos pidiéndonos flores. Y si tienes flores y aceptas regalármelas, te quedarás sin flores. Vacío. Y yo, hipotecada. No soportarás ese vacío. No soportaré esa hipoteca.
Si tienes los bolsillos llenos de flores, tan llenos que rebosen flores, me regalarás flores, sin yo pedirlas. Sin pedirme flores a cambio de flores.
Si tengo los bolsillos llenos de flores, tan llenos que rebosen flores, te regalaré flores, sin tu pedirlas. Sin pedir flores a cambio de flores.
Intercambiaremos flores. Me darás flores. Te daré flores. Sin ninguno perder, ni ganar. Sin vacíos, sin hipotecas. Sólo dar. Mutuamente. Sin ninguno pedir.
AHORA CAMBIA FLOR POR AMOR.
El amor adulto y maduro se apoya en el amor propio de cada uno de los miembros que participan en dicho vínculo.
Sólo así, es posible el verdadero amor. Sólo así, es posible amar y ser amado. Sólo te pueden amar si se aman. Sólo puedes amar si te amas.
Todo lo demás no es amor.
Es miedo.
Es querer poseer.
Es apego.
Es necesidad.
Si, amor barato. Si, amor inmaduro. Si, de esos de los que está el mundo lleno…
Conclusión:
EMPIEZA A CULTIVAR EL AMOR A TI MISMA. LA BASE PARA TENER RELACIONES SALUDABLES. INCLUSO, CON LA COMIDA.
Espero atenta tus comentarios, dudas o anotaciones. Será un placer escucharte.
Si quieres recibir más artículos de este estilo. Subscríbete. Un abrazo.
Ingeniera de mi vida…
Eva.
Recursos complementarios:
VÍDEO: EL REGALO DE AMARSE A UNO MISMO (Borja Vilaseca)
LIBRO: EL BUEN AMOR EN LA PAREJA (Joan Garriga)
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