4 maneras de expresar las emociones para que no acaben derivando en comer emocional.

4 maneras de expresar las emociones para que no acaben derivando en comer emocional.

 

 

Seguro que has escuchado o leído en alguna ocasión lo de: la emoción nubla la razón. Por eso, es muy acertado parar antes de actuar. Para darte un espacio de libertad.

Según mi punto de vista, lo ideal es encontrar un espacio dónde convivan esa emoción y esa razón. La clave es el tiempo. Que no lo de: “el tiempo lo cura todo”, porque el tiempo no cura nada. La clave es el tiempo justo-trabajado.

Con trabajado me refiero a un trabajo psicológico por tu parte.

Con justo me refiero a que si nos damos un espacio lo suficientemente pequeño, gana la emoción y olvida que la razón puede aportarle cordura; y a que si nos damos un espacio suficientemente grande, gana la razón y olvida el valioso mensaje de la emoción. Y queremos un win-win ¿verdad?

Te diré que puedes hacer en ese tiempo justo-trabajado.

Bien, en primer lugar pregúntate. ¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento? Y no vale bien. ¿Qué me pasa? Y no vale nada. Esa es la respuesta que esperamos cuando realizamos esas preguntas a alguien por compromiso. Y tu relación contigo misma no es por compromiso. O al menos estamos aquí para que empiece a dejar de serlo. Respóndete honestamente. Nos decimos: No sé qué me pasa. Y así es en algunas ocasiones. Pero… sabemos más de que lo nos gustaría saber. De verdad, ¿cómo te sientes cuando te dispones a comer para llenar algún vacio o escapar de alguna situación o emoción? ¿Qué te pasa? ¿A qué no quieres enfrentarte? ¿Qué está tapando esa tirita disfrazada de galleta?

En segundo lugar, si has conseguido saber qué te pasa, expresa la emoción. Si sigues sin saber qué te pasa, igualmente expresa la emoción con alguna de las técnicas que te propongo. Y ahí encontrarás las claves para reconocerla. ¿Qué te propongo?

 

Leer en voz alta

Leer. Puede parecer una actividad pasiva pero es una forma de expresar y sacar emociones. Eso sí, busca alguna lectura acorde a la emoción que quieras expresar. Si no sabes exactamente que sientes, la simple elección y apetencia de una lectura u otra ya te está dando pistas. No pasa nada si prefieres leer mentalmente, pero es más potente verbalizando las palabras. Verbalizar es expresar materializando la emoción en forma de palabras. Y si además, acompañamos esa lectura con la prosodia adecuada, puede llegar a ser muy eficaz. La poesía puede ser una gran aliada. La filosofía también.

 

Bailar dejándote llevar

La música. Puedes buscar alguna melodía que resuene con tu estado de ánimo. También es buena idea buscar bandas sonoras de películas que plasmen la emoción que quieres sacar fuera de ti. Mejor que no tengan letra, para intentar no contaminar el momento ni tu emoción con pensamientos. Lo único que tienes que hacer es sentir la música y hacer los movimientos que te pida el cuerpo.  Bailar la melodía sin juicio y centrándote en los movimientos. No es ningún concurso, siéntete libre. Quizás pueda parecerte ridículo, pero intenta no juzgar y simplemente experimentar.

 

Escribir para ti

Que miedo nos da escribir. A veces cuesta elegir las palabras, pero es tan reparador… Incluso, a veces es casi imposible expresar con palabras lo sentimos porque nuestro mundo interno es un caos. Pero no hace falta escribir una poesía o un texto. Si sientes caos dentro puedes escribir plasmando ese caos fuera. No es necesario ordenar los pensamientos o ideas. Escríbelos desordenadamente. Escribe palabras sueltas, ideas que se te ocurran, lo que sea. En cualquier papel. Y déjalo a mano. Porque una vez que empieces, irán saliendo cosas en cualquier momento. Te invito a anotarlas. Experimenta y me cuentas el efecto que produce en ti. Luego si te apetece puedes darle forma, estructurarlo dándole sentido y leértelo en voz alta.

 

Pintar abstracto

No pienses en nada, solo en el momento. Elije los colores que te plazcan y utilízalos sin más. Nada estará bien ni mal, será tu obra. De manera inconsciente elegirás colores coherentes con tu estado de ánimo y sacarás la emoción que llevas dentro. Además te relajará al liberarte de toda imposición y al estar viviendo en el aquí y ahora. Sin atormentarte por el pasado y sin preocuparte del futuro. Un ejercicio muy interesante y divertido sería pintar con los pies descalzos en una cartulina blanca al tiempo que realizas la propuesta número dos; es decir mientas que te mueves al son de la melodía deseada. Déjate ser creativa.

 

Estas tres actividades puedes hacerlas en casa, en cualquier momento y sola. Que es algo que me demandáis mucho en consulta. Además, no necesitan de un gran despliegue de recursos. Quizás, simplemente necesiten romper el pensamiento u objeción que te impida probar. Probar algo nuevo como esto, experimentar antes de juzgar y abrir la mente a nuevas posibilidades. Vivir de manera más amplia.

Evadir y expresar. Son dos formas de gestionar las emociones. Las dos, formas lícitas. Una te somete. La otra te libera. Una silencia y calla. La otra exterioriza y refleja.

Evadirse comiendo es muy habitual. Evadir, a veces, puede ser adaptativo como un método pasajero. Porque no tengas recursos, porque no tengas fuerzas. Pero si has leído hasta aquí, tienes recursos. Tienes fuerzas.

Expresar es de diosas. Y tú eres una de ellas. La tuya.

Recuerda: Sincérate contigo e identifica que sientes. Siente aunque no sea cómodo, la emoción llega fuerte pero es pasajera. Espera y no actúes. Expresa esa emoción. Deja que asome la razón. Investiga para qué sirve esa emoción y deduce que quiere decirte en ese momento. Llega a un acuerdo. Actúa en libertad, comiendo o no. No es magia. Es posible. Es un arte. Tu arte. Y a veces, los artistas necesitan su tiempo para conseguir buenas obras. Sé paciente y amable contigo misma.

Un abrazo. Ánimo. Incluso, me atrevo a decirte: saborea la expresión de tus emociones. Aquí estoy. Si lo necesitas.

Ingeniera de mi vida.

Eva Altagracia.

 

 

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Comments (2)

  • Sara Reply

    Dos dos manera una te libera y la otra de hace esclavo. Excelente.

    octubre 3, 2018 at 10:28 pm
    • Eva Altagracia Reply

      Un abrazo fuerte, Sara.

      diciembre 29, 2020 at 1:47 pm

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