Uvas.

Uvas.

En verano reina la desestructura. Y lo bonito de todo esto es que podemos entrar y salir de las estructuras cuando queramos. Y yo, hoy salgo. El artículo de este mes te lo redactaré en modo tormenta de ideas.

A finales de agosto, reinan las uvas. Y por eso, te escribiré sobre ellas.

PRIMERA IDEA:

Antes de hacer la vendimia, podemos hacernos con un montón de gajos de uvas. O, puede que tu tía o tu vecina te las regale. O puede que las veas baratas y vistosas en el mercado semanal y decidas comprar unas cuantas. Esto es igual a excedente de uvas, o bien, es igual a aburrimiento de uvas. Puedes congelar las uvas que te sobren en ese momento para cuando tengas ganas de ellas en otoño-invierno. Hacerlas viajar en el tiempo. Y puedes congelar uvas para innovar con ellas y coger un puñado cuando quieras refrescarte. Un sustituto a los helados que nada tiene que envidiarles. Además puedes comerlas al instante porque su contenido en azúcar hace que nunca acaben de congelarse del todo.

SEGUNDA IDEA:

La experiencia sensorial de un alimento es totalmente distinta a diferentes temperaturas. Uvas congeladas. Uvas cocinadas. Uvas a temperatura ambiente. A los sentidos les gusta el juego. Con la comida si se juega. Te dejo unas ideas para que experimentes:

-Yogurt natural con uvas negras congeladas y copos de centeno integral.

-Ensalada de rúcula, uvas negras del tiempo y pistachos.

-Confite caliente de uvas negras en su propio jugo aderezando queso tipo rulo de cabra.

TERCERA IDEA:

Como de la uva sale el vino; te dejo con esta especie de poesía.

La VID.(a).

Quiero hacer con mi vid.(a) mi vino.

Mimando cada uva.

Respetando cada paso del proceso.

Quiero ponerlo en copas de cristal.

Para la ocasión.

Solo tenemos una ocasión. No somos los gatos de aquella canción.

Quiero reservarlo en la barrica de roble. La de mis recuerdos.

La de los recuerdos que yo decida.

Hasta que ellos decidan.

Y la uva no engorda.

Y la uva no es la fruta prohibida.

Y la uva tiene azúcar, sí. Un azúcar muy bien acompañado. Acompañado de fibra de calidad (mejor que las de tu barrita all-bran), de antioxidantes (mejores que los de tu crema anti age) y de vitaminas (mejores que las del bote naranja, amarillo y verde).

Y a quién le amarga un dulce.

Y encima un buen dulce.

Feliz final de verano.

Atentamente,

Eva.

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