¿Por dónde empiezo a comer mejor? Por un bocadillo de plátano en tacones. Y Oporto.

¿Por dónde empiezo a comer mejor? Por un bocadillo de plátano en tacones. Y Oporto.

Lo primero que quiero decirte es que comer mejor también implica comer queriéndose mejor. Y lo que quiero decir con que empieces a comer mejor con un plátano en tacones es:

Que empieces por dónde sea.

Rompe el círculo por donde sea.

Que empieces por algo nuevo.

Ábrete a la experiencia.

Que empieces por algo que te sorprenda.

Lo que sorprende no se olvida. Cuando sientas sorpresa recordarás todo lo que la acompaña. Y lo que la acompaña aquí y ahora es que empezarás a comer mejor.

Que empieces por algo loco.

Las genialidades son consideradas locuras en sus inicios. Luego son obvias. Y estoy segura que para ti llegará a ser obvio haber empezado a comer mejor por un bocadillo de plátano en tacones.

Que empieces simplemente por algo.

Un punto de inflexión es necesario. La marca del hasta aquí y a partir de aquí. Del antes y el después.

Dale una vuelta a tu cocina. Deshazte de lo que no aporta. Dale una vuelta a tu armario. El de los platos y desayunos. Y el de la ropa. Deshazte de lo que no aporta. Mantén lo que aporta. Hazte con lo que aporta.

Desayuna sentada en el suelo.

O al menos siéntate cada día en una silla. Que probablemente lo hagas siempre en la misma por defecto. Por costumbre. Por hábito. Por inconsciencia.

Experimenta cómo un bocadillo de plátano en tacones sabe otra manera.

No sabe a bocadillo.

No sabe a plátano.

Sabe a actitud.

Sabe a decisión.

Sabe a gourmet.

Sabe a premium.

En casa.

En la calle.

En el bosque.

O en la playa.

Experimenta cómo el yogurt sabe de otra manera en un tarro de barro.

Haz mezclas insospechadas. Que se salgan de tu línea.

Uvas con queso saben a beso.

Romper la dinámica.

Salir de la zona de confort.

Salir del círculo vicioso.

Abrirse a la experiencia.

Llámalo como quieras.

Bebe la leche del desayuno en una copa de cristal.

Bebe agua con hielo y moras.

Que sabe de otra manera.

Que nos perdemos las cosas por nuestra cerrazón mental.

Que la ensalada de espinacas no asquerosa si no una delicia. Ponle aguacate, anacardos y fresas.

Que ese aprendizaje es agua pasada.

Que hay que revisar los aprendizajes. Y actualizarlos. Por algo es que tu Smartphone te notifica actualizaciones de Whatsapp, wikiloc y wallapop cada poco.

Que tomes consciencia que es porque un día te dijeron lo de que si te comes las espinacas te doy chocolate. Y las espinacas se convirtieron en castigo.

Que tomes consciencia que es porque viste a una persona mirarlas con asco. Solo prejuicios.

Que tomes consciencia que una persona proyecto su limitación en el no ofrecimiento de ese alimento de una manera natural. De una manera atractiva. Y lo hizo porque verdaderamente creía que eran un asco y quería lo mejor para ti. Pero tú no tienes por qué creerlo.

Cuando te inunda esa sensación de por dónde empiezo.

Empieza.

Y ya termino:

¿Por qué con tacones solo se comen los raviolis de espinacas de restaurante?

¿Por qué los bocadillos tienen que ser de salchichón?

¿Por qué no se deben comer plátanos?

Por inercia.

Y en física y sacado de la wikipedia, la inercia es:

La propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado de reposo relativo o movimiento relativo. Dicho de forma general, es la resistencia que opone la materia al modificar su estado de movimiento, incluyendo cambios en la velocidad o en la dirección del movimiento. Como consecuencia, un cuerpo conserva su estado de reposo relativo o movimiento rectilíneo uniforme relativo si no hay una fuerza que, actuando sobre él, logre cambiar su estado de movimiento.

Y en psicoalimentación, esa fuerza que logrará cambiar tu estado de movimiento y te hará empezar a comer mejor puede ser:

La sorpresa.

La locura.

El abrirse a la experiencia.

El comer queriéndose mejor que implica el comer el mejor.

Y Oporto.

La foto del artículo es Oporto. Allí, aquel día, comí bocadillo de plátano en tacones.

Atentamente,

Eva

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Comments (3)

  • Ramiro Reply

    Me parece un bonito artículo, cargado de coherencia y originalidad. Su lectura invita a explorar nuevas sensaciones.

    octubre 27, 2020 at 11:56 am
  • Mamen Reply

    Te encontré, te descubrí y en consecuencia me descubrí y me encontré… voy a intentarlo y empezaré practicando la locura…
    Gracias, he conectado por primera vez

    diciembre 16, 2020 at 12:42 pm
    • Eva Altagracia Reply

      Me alegro mucho. Gracias a ti, por leer a ingeniera de mi vida!

      diciembre 20, 2020 at 3:25 pm

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